Por Andrés Felipe Múnera C.
Politólogo.
Foto de: Blu Radio,2020.
Finalmente Joe Biden fue declarado ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en su país. De inmediato los gobiernos de la región y varios líderes europeos felicitaron, por medio de las redes sociales, al nuevo mandatario que ocupará la Casa Blanca a partir del 20 enero de 2021. Frente a Colombia Biden ha sido una persona cercana a lo largo de su carrera política, fue uno de los principales artífices del Plan Colombia y siendo vicepresidente de Barack Obama apoyó fuertemente el proceso de paz del gobierno colombiano con las FARC.
Para Colombia y para muchos países de la región será un respiro la victoria de Biden, puesto que llegará una persona más política y con más experiencia al poder lo cual permitirá mantener una relación con tendencia a la retribución y el trabajo en equipo. La expectativa giraba en torno a una posible reelección de Trump, incluso varios miembros del gobierno colombiano entre los que están el embajador Francisco Santos, el embajador ante la OEA Alejandro Ordoñez (quien asistió a una cena para recoger fondos para la campaña republicana) además de los congresista Juan David Vélez y María Fernanda Cabal no ocultaron nunca su favoritismo para que Trump continuara cuatro años más como presidente.
En diversos medios de comunicación políticos del Partido Demócrata pidieron al gobierno del presidente Duque evitar inmiscuirse en asuntos electorales de Estados Unidos puesto que la relación entre ambos gobierno ha sido bipartidista y tradicionalmente los gobiernos colombianos han evitado emitir preferencias sobre uno u otro candidato. Pero a pesar de eso al parecer esta tradición se rompió en el gobierno del presidente Duque a quien incluso se le relaciona con posibles viajes relámpago a Miami para que apoyará la campaña de Trump.
Si estas versiones llegan a ser ciertas y se confirma el interés del gobierno colombiano en apoya al presidente Trump el principal sacrificado va a ser Iván Duque. Desde ya se escuchan rumores de posibles cambios en la embajada en Washington teniendo en cuenta la renuncia de Francisco Santos a su puesto y Claudia Blum quien ha pasado desapercibida en el gobierno en un momento en el que Colombia debe reconfigurar su estrategia internacional y Duque deberá mantener el apoyo constante del nuevo gobierno norteamericano hacia el país.
Es claro que los demócratas apoyaron fuertemente el proceso de paz con las FARC y esa será una de las banderas que Biden pedirá continuar y fortalecer en torno también de la protección de líderes sociales y los antiguos guerrilleros cuando a noviembre de 2020 se han presentado más de 70 masacres en el país y el gobierno ha hecho caso omiso a esta coyuntura nacional. Por otra parte la lucha contra las drogas y la ayuda para enfrentar las bandas criminales será otra de las principales banderas en la relación de ambos países. Se sabe que la relación Estados Unidos-Colombia en los últimos 50 años ha sido narcotizada pero a pesar de eso en el país se han dado grandes avances en la lucha contra las drogas y con Biden en el gobierno esa lucha se fortalecerá.
A Duque le queda poco más de un año y medio de gobierno y muchos analistas creen que con Biden como presidente de Estados Unidos la relación no va a ser fácil y avizoran cambios necesarios y reestructurar la agenda entre los dos países, por lo que además se esperan ya críticas del partido de gobierno hacía los ajustes que pueda demandar el gobierno norteamericano al proceso de paz. Mientras tanto en febrero se espera que Duque y su esposa visiten nuevamente la Casa Blanca para ponerse a orden del nuevo presidente y su vicepresidenta Kamala Harris.
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