Por Andrés Felipe Múnera C.
Politólogo
Trump abatido por su ego y el caos de la Casa Blanca. Biden encerrado en el sótano de su casa esperando el miércoles 20 de enero para jurar como el presidente número 46 de los Estados Unidos
(FOTO: Yahoo, 2020)
Las elecciones del martes 3 de noviembre de 2020 en Estados Unidos serán las más importantes de los últimos 80 años. Posterior a la elección de Franklin D. Roosevelt quien guió al país a una recuperación económica posterior a la depresión del 29 con su tratado de “new deal”, la elección en medio de una crisis de salud por la pandemia y económica por los estragos en los empleos debido al covid19 Donald Trump busca su reelección y Joe Biden su elección para recuperar la verdadera grandeza de un país que en los últimos cuatro años ha estado en manos de un “líder” populista y que ha convertido la Casa Blanca en el corrillo de todos los medios de comunicación que ven como la principal potencia mundial cae en un abismo.
La bandera reeleccionista de Trump era la economía. En materia de política exterior la imagen del país pasa por un mal momento y su relación con la Unión Europea y sus socios de América Latina no es la mejor. En los cuatro años nunca visitó un país de la región y se dedicó a mantener relaciones políticas tensas con Japón, China y los países europeos además de las organizaciones internacionales a las cuales pertenece Estados Unidos. A nivel interno sus constantes peleas con los líderes demócratas, el aumento del racismo en varias ciudades del país también han sido puntos débiles que el presidente no ha contado con la capacidad de hacerle frente a problemáticas que no son nuevas y requieren una amplia gestión social para resolverlas.
Quizás en materia económica y teniendo en cuenta el buen momento económico que heredó de la administración Obama, Trump pudo capitalizar esa herencia y llevarla a buen puerto logrando una estabilidad que no se veía en muchos años. Pero el 2020 llegó con la pandemia destruyendo millones de empleos lo cual ha causado la ruptura de la punta de lanza con la que Trump pretendía estar cuatro años más como presidente. Por otra parte los escándalos, las críticas hacia sus capacidad cognitiva para dirigir el país, los problemas personales que han salido a la luz pública en los recientes libros (tanto el de J. Bolton como el de Mary Trump los cuales ya se han mencionado en otras columnas) expresan muchas de las debilidades de un gobernante que no está apto para dirigir el destino de más de 300 millones de habitantes.
Al otro lado del tablero se encuentra un precandidato que en agosto oficialmente será nominado por el Partido Demócrata y quien en anteriores ocasiones ha sido precandidato por su partido sin tener éxito alguno. El logro más alto en la carrera política de Joe Biden ha sido el de vicepresidente y gran aliado de Barack Obama. Su experiencia no se discute y aunque ha estado envuelto en escándalos sexuales y de su vida personal son menores a la cantidad de problemas en los que se ha visto inmiscuido Donald Trump.
Aunque la verdadera campaña arranca en agosto desde comienzos de año era tendencia los nombres de Biden y Trump como los candidatos para la contienda de noviembre. Las encuestas dan como virtual ganador a Biden y muestran el inconformismo que hay frente a la gestión de Trump, el cual en los siete meses del 2020 ha destruido su capital político por su negacionismo frente a la pandemia, el uso del tapabocas y las responsabilidades que como mandatario tiene para enfrentar una situación que no se repetía hace 102 años desde la “gripe española”.
Los estados clave de la contienda electoral son California que es un bastión demócrata, Texas que es republicano pero en el cual aún existe mucho indeciso lo que puede sumar votos a Biden. por otro lado en Florida y Ohio Biden mantiene una ligera ventaja sobre Trump en dos estados que históricamente han sido importantes y definitivos en la elección del nuevo gobernante. Pensilvania lugar donde ganó Trump hace cuatro años hoy está con Biden, no es de esperar que Nueva York y la mayoría de estados de la antigua Nueva Inglaterra sean favorables a los demócratas.
En agosto empezará la verdadera contienda electoral, se definirán los candidatos a la vicepresidenta y esta elección podría pasar a la historia por ser la primera vez que una mujer ocupe el puesto. Aunque aún no hay nada definido Biden ha dicho que una mujer será su fórmula para la Casa Blanca. Son varias las ex candidatas a la nominación demócratas que están en el tablero de Biden, esta columna ya mencionó a Kamala Harris como la principal opción para llegar a ese puesto. Pero no será hasta mitad del mes que se defina quién será la mujer que acompañe al candidato demócrata.
Por los lados de Trump aunque hasta el momento el presidente va a continuar con Mike Pence como su compañero de fórmula, en los últimos días y teniendo en cuenta los cambios al interior de la campaña republicana se ha mencionado el nombre de Niki Haley como posible candidata a la vicepresidencia en lo que sería un acierto electoral positivo para Trump quien podría disminuir las críticas hacia su campaña por mujeres que lo han denunciado por abuso sexual.
El país políticamente está dividido. La polarización de hace cuatro años y los intentos de Trump de usar la misma táctica de incriminar a Biden, como lo hizo con Hilary Clinton y sus correos, por un asunto de su hijo en Ucrania no le surtió el efecto esperado. Trump ha tocado puntos débiles de la campaña de su adversario y no ha tenido el mismo éxito de noviembre de 2016.
Trump es un personaje que alardea sobre sus fortalezas, pero cuando se ve contra las cuerdas o con un evento que no es favorable a su imagen tiende a utilizar palabras fuertes y críticas constantes contra la o las personas que lo critican. Un ejemplo de esto ha sido su relación con los medios de comunicación en los cuatro años de su gobierno.
Ahora con el virus, Trump ha dicho más mentiras que verdades frente a las medidas que su gobierno ha tomado para detener el aumento de contagios y fallecidos. El presidente impulsó remedios falsos para el Covid.19 como la Hidroxicloroquina el cual fue utilizado por algunas personas quienes fallecieron y otros que estuvieron en cuidados intensivos; debido a esta situación el presidente canceló sus entrevistas matutinas para informar sobre el avance de la pandemia a mediados de mayo pero en julio las volvió a retomar. También ha alentado una re-apertura prematura del comercio en el país lo que está ocasionado una segunda ola de contagios y se negaba hasta el 20 de julio a usar en constantes ocasiones la mascarilla, lo cual es algo negativo para su imagen teniendo en cuenta que él como presidente debe dar ejemplo por lo que tiene cierta responsabilidad por la pérdida de vidas estadounidenses.
Amanecerá y veremos. Por lo pronto quedan menos de 100 días de una carrera electoral que tiene contra las cuerdas a Trump y un futuro favorecedor, por el momento, para Biden. Personalmente pienso que la mejor opción para recuperar la verdadera grandeza de Estados Unidos se dará con la elección de Biden, por su edad será solo un periodo pero así se le pondrá fin a cuatro años oscuros para esta nación. Los aliados históricos y millones de personas que en el mundo se han visto afectadas por las decisiones personales de un presidente populista, mentiroso y violento cuando las cosas no son favorables para él no volverán a mantener la misma relación con Washington DC. pero el mundo y la política se habrá librado del caos que vive este país.
Una vez pasadas estas elecciones tanto el Partido Demócrata como el Republicano deberán dar un giro político pensando en lo que viene para 2024 y en ellas las mujeres jugaran un papel importante, quizás nuevamente tengamos más candidatas de ambos partidos a la presidencia. Son muchos los nombres, las más conocidas políticamente ya son personas mayores que están en la última etapa de sus carreras políticas. Nombres como el de Kamala Harris y Niki Haley empiezan a ganar espacio en las redes sociales, en Washington DC y simpatizantes a nivel mundial.
(Foto: Cadena SER, 2019)
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