(foto de: La tercera, 2020)
Por: Andrés Felipe Múnera Cardozo, Politólogo.
Nuevamente a menos de 30 días para las elecciones presidenciales en los Estados Unidos la ya famosa sorpresa de octubre vuelve a aparecer en el escenario electoral norteamericano. Hace cuatro años eran los correos de Hilary y en octubre de 2020 es el coronavirus que afectó al presidente Donald Trump.
Estas elecciones sin lugar a dudas pasarán a la historia por ser las más traumáticas tanto por la situación coyuntural del covid-19 pero más aún por los candidatos políticos que desean ocupar la Casa Blanca para los próximos cuatro años.
Un poco de historia:
Hace 100 años, cuando Woodrow Wilson estaba ad portas de entregar el poder, se encontraba en París negociando el tratado de Versalles por ser uno de los ganadores de la Primera Guerra Mundial. Incluso el ex presidente se contagió de la mal llamada gripe española y las elecciones de 1920 se llevaron a cabo en medio de una difícil situación política y social muy similar a la que se vive actualmente.
Para las elecciones de ese año Wilson enfermó y el partido decidió reemplazarlo por un nuevo candidato. Las elecciones se llevaron a cabo el 2 de noviembre de 1920 entre James Cox (Demócrata) y el vencedor de la contienda Warren Harding (Republicano). Para aquella época Harding enfocó su campaña en atacar las políticas del presidente Wilson y debido al momento coyuntural que vivía el país añadido a la enfermedad que padecía Wilson fue electo presidente.
Volviendo a la realidad.
La noticia del contagio del presidente Trump y la primera dama le dio la vuelta al mundo, es un impacto directo a su campaña y a su negacionismo a usar los implementos de bioseguridad. Siendo Estados Unidos el país con más contagios y muertos añadiéndole el contagio del presidente es una muestra del desorden político que vive la Casa Blanca; por su parte Biden mostró respeto por el difícil momento que está viviendo Trump y decidió suspender toda la propaganda y ataques de su campaña electoral. Esto demuestra el respeto por la tradición política y electoral de Biden a diferencia de la estrategia utilizada por la campaña Republicana queriendo ganar adeptos del contagio de Trump.
Biden un caballero y experto político ha decidido guardar silencio y poner un alto a su campaña mientras Trump se recupera. Por su parte el presidente candidato sale en un automóvil a saludar a sus simpatizantes, lo cual es una clara muestra de irrespeto a quienes se han contagiado, pero más allá a quienes han muerto. Trump no tiene claro el peligro que representa para la sociedad en este momento, su ambición de poder y de querer ganar al precio que sea la Casa Blanca lo lleva a tomar decisiones imposibles de creer. Es una buena estrategia la que utilizó al salir un domingo y siendo el foco de todas las cámaras periodísticas a nivel mundial. Sin embargo, es una completa bajeza hacerlo en un momento de campaña ad portas de una elección.
Hoy por hoy no hay un ganador claro, existen estados que ya han definido por quién van a votar, pero la mayoría son los indecisos y en ellos recae la responsabilidad de voto y de elegir un nuevo camino o continuar por las sendas de trumpismo cuatro años más.
Quedan 29 días para la elección más importante de los últimos 80 años, tanto Estados Unidos como sus aliados y en general el mundo entero está a la expectativa de lo que pueda pasar. El 3 de noviembre se define quien será el presidente, todo esto pasará a la historia como un momento más de la vida política de aquel país, pero es en manos de la población que está el futuro político, económico y social de la principal potencia mundial.
Comments