(Foto de: Blu radio)
Por: Andrés Felipe Múnera C.
La situación de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez se complica cada día más. Los recientes escándalos y la entrevista publicada el lunes 15 de junio en el diario El Tiempo han causado molestia en el gobierno. Desde que se conoció la polémica de su hermano con nexos con el narcotráfico en las redes sociales se ha pedido la renuncia de Ramírez y a pesar de que el gobierno, líderes políticos y ex presidentes de la república salieron a respaldarla en los últimos días se acrecentado los rumores de una posible renuncia de la vice a lo que se ha sumado la inconformidad en Palacio por la declaraciones y el haberle ocultado al presidente Duque esta situación personal.
Se evidencia una grieta en la coalición Duque-Ramírez ya que la vice no fue clara desde el principio con el presidente y más aún demuestra que no lo ve como su jefe político. En las campañas electorales se crea lo que se conoce como el “cuarto de guerra” en el cual se deben poner a consideración todos los aspectos negativos que pueden afectar la campaña y así los expertos crear políticas de defensa para hacer frente a estas situaciones. Pero esto no ocurrió y golpea indudablemente la relación entre el presidente y la vice.
Pero a pesar de todo esto también hay que analizarlo desde el partido de gobierno. Si Uribe (líder del Centro Democrático) ya conocía la situación familiar de la vicepresidenta y como líder natural de todos los integrantes del partido, tuvo que haber jugado un rol importante en esta coyuntura y haber previsto desde antes de las elecciones de 2018 un posible escenario en el que se conociera la situación personal de la vicepresidenta. La pregunta es ¿Por qué motivo Uribe no le dijo nada a Duque cuando se formalizó la alianza con Ramírez?
¿Por qué le ocultó esta situación que él conocía desde que nombró a Ramírez como ministra de defensa en 2002? El expresidente pudo considerar que esta situación personal de la vice nunca se iban a conocer y mucho menos que fueran a afectar al presidente –pero en política todo se sabe-. También demuestra la debilidad de Duque y los roces dentro del partido en los que muchos senadores e integrantes del mismo no están del todo conformes con la gestión del presidente.
El nuevo escándalo de la vice no va a quedar en el tintero, aún queda mucha tela por cortar y si los rumores de una posible renuncia se acrecientan es posible que el 7 de agosto Colombia tenga un nuevo vicepresidente. Una figura polémica y que muchos de los que la han ocupado han pedido su eliminación ya que no es un puesto relevante en el gobierno. Sin embargo, es una forma de pagar favores políticos, por lo cual no es tan fácil eliminar esta figura de la constitución.
Duque se va acercando a la mitad de su gobierno. Un gobierno difícil, complicado y con muchas falencias que han debilitado al Centro Democrático. Lo mejor para él y para las aspiraciones del partido a 2022 es la renuncia de la vice y así nombrar un candidato que pueda ayudarle a mejorar la imagen al presidente, a su gestión, todo esto con un fin: continuar en el poder por un periodo más. La salida de Ramírez del gobierno puede generar una “pelea” política con el conservatismo clásico, habría que esperar la reacción de los Senadores y Representantes de Partido Conservador quienes son claves para las mayorías que desea Duque tener en el Congreso. ¿Renunciará la Vice?
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