Por: Andrés Felipe Múnera C.
Politólogo
(Imagen de: CCN)
Donald Trump siempre ha sido una persona que genera incertidumbre. Sus comentarios dejan en incógnita a los medios de comunicación y a los expertos y analistas que tratan de entender cómo es la forma de trabajo y el manejo que el presidente numero 45 de los Estados Unidos le da a su gobierno.
Como él mismo lo dijo, desde el tercer día de su presidencia Trump comenzó los preparativos de lo que sería sus reelección en 2020. Ahora a poco más de un año de las elecciones presidenciales, el presidente realiza cambios en su gabinete y abre la puerta a dialogar para mejorar su imagen frente a la población estadounidense y así convencer a sus votantes y a los indecisos para el 3 de noviembre (día de las elecciones presidenciales) en una victoria que él cree desde ya tiene en el bolsillo.
Desde el comienzo de su gobierno, el presidente ha sido cuestionado por los intempestivos cambios en su gabinete. Muchos de los cuales ha realizado a partir de las polémicas o el poco entendimiento de cual es el verdadero objetivo y rumbo de su gobierno. De los cambios mas relevantes que se le puede cuestionar a Trump son: El de Micharl Flynn a pocos días de iniciado su gobierno y el de Rex Tillerson, secretario de Estado, quien fue despedido en marzo de 2018 por las tensiones con su jefe en temas importantes como Corea del Norte y China.
Pero el cargo que mas ha tenido cambios ha sido el de consejero de seguridad nacional. Por ese puesto han desfilado Michael Flynn, H. R McMaster y John Bolton, este último renunció el 10 de septiembre de 2019. Por el momento no se sabe quién va a reemplazar a este halcón, considerado así por su experiencia en asuntos internacionales y su linea conservadora en temas tan delicados como los conflictos con Corea del Norte, Irán y Cuba.
Bolton, fue miembro de las presidencias de Reagan y Bush padre e hijo, ocupando cargos relevantes en asuntos jurídicos y diplomáticos, que le valieron el reconocimiento como una de las personas mas importantes dentro del Partido Republicano y con mayor experiencia en temes relacionados a las drogas ilegales, política exterior y los conflictos que enfrenta Estados Unidos con otros Estados y grupos al margen de la ley. Este personaje fue nombrado por Trump para llevar a cabo una política de mano dura frente a países que amenazan la seguridad de Estados Unidos. Sin embargo, su línea de trabajo fue cuestionada en muchas ocasiones por diferentes miembros de la administración, lo cual llevó a su renuncia, teniendo en cuenta la forma que está tomando el gobierno de Trump frente a unas elecciones que se predicen complejas de ganar.
Por el momento, el presidente trata de calmar el ambiente dentro de la Casa Blanca, haciendo cambios importantes que lo hagan ver como una persona tranquila, capaz de entablar negociaciones que favorezcan los intereses del pueblo americano, pero sobre todo volver a demostrar el liderazgo de Estados Unidos a nivel mundial. Muchas de estas cualidades que no tiene Trump es todo lo contrario a lo que Bolton expresaba como Consejero de seguridad, ya que su línea de mano dura lo llevaba a actuar por medios militares para contener a los principales enemigos de su país.
Según las ultimas teorías y análisis de expertos, las guerras que se libraron en la era de Bolton no son la mejor forma de ganar una confrontación a 2019. Con el paso del tiempo los recursos y necesidades van modificando la forma de actuar de los países. A 2017 se utilizó un discurso fuerte de confrontación directa contra Corea del Norte, posteriormente en 2018 se reunieron por primera vez Kim jong Un con Donald Trump en lo que sería el primer encuentro entre mandatarios de ambos países; también Trump ha descartado por completo una alianza cercana con América Latina cancelado varias veces sus visitas a Colombia y tan solo asistiendo a Argentina a la cumbre del G20, como también ha dado mucho de qué hablar frente a sus cuestionados tratos contra sus homólogos del G7 y otros países amigos que han visto en el gobierno de Trump mas un enemigo que un aliado
Trump a 2019 ha mantenido un discurso fuerte y directo frente a sus ambiciones políticas. Pero desde que comenzó la campaña y al ver que las encuestas lo daban como un posible perdedor el 3 de noviembre de 2020, Trump han ido apaciguando su discurso buscando soluciones a los diferentes problemas que atañen a Estados Unidos. Un ejemplo de eso fue su tranquila presencia en la cumbre del G7, la reanudación de diálogos con China y Corea del Norte y la posible reunión entre él y su homologo de Irán Hasan Rohani.
Estos cambios hacen entender el dicho de que "la política es dinámica", y quizás lo sea teniendo en cuenta los intereses de reelección del actual mandatario. Pero ya entrando en este tema, Trump tiene muy difícil lograr su aspiración reeleccionista. Los escándalos y la desequilibrada imagen de su administración además del maltrato a sus vecinos y principales aliados, le están dando un efecto negativo a su reelección y Trump lo sabe, por eso cambios como el de Bolton hacen reflejar que el presidente está intentando mejorar la imagen que tiene la ciudadanía sobre el y su gestión para lograr llegar a 2020 y posesionarse nuevamente como presidente en 2021.
Para concluir, se puede ver como Trump intentó cambiar un poco su discurso agresivo reduciendo el nivel de tensión con China y Europa, desentendiendose de Cuba, Venezuela, Nicaragua y mejorando su interacción con Europa en aspectos como el G7, los acuerdos comerciales y las negociaciones con Irán, país con el que él mandatario ha dejado entrever una posible reunión lo cual sería histórico y un punto a favor para Trump en la búsqueda de permanecer en la Casa Blanca.
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